21 marzo 2020

Me lo ha preguntado una paciente en la consulta del centro de salud de Xátiva donde trabajo:   Y ahora qué, ¿podemos practicar sexo en estos tiempos del coronavirus? 

Y es que la terrible pandemia del SARS-CoV-2 lo ha cambiado todo, y por supuesto las relaciones sexuales.

Vaya por delante que para muchas personas el obligado confinamiento en casa, y el aburrimiento que ello provoca, ha supuesto una buena oportunidad para mantener relaciones sexuales con más frecuencia que antes.

Es muy posible que el índice de natalidad crezca en un año, lo que no está nada mal, sin embargo, el miedo al contagio atenaza a muchos y les impide intentar cualquier acercamiento con fines sexuales. Esto es más habitual a cierta edad o cuando se convive tiempo con la misma persona.

Entonces, ¿qué hacemos?, ¿podemos recomendar abstinencia sexual a todo el mundo?

No hay una respuesta única, ni tampoco todas las personas van a reaccionar de la misma manera. A las pro-sexuales y con alto deseo les afecta poco la actual pandemia y seguirán practicando sexo a la menor oportunidad, por el contrario, para las personas asexuales o con la libido baja la actual situación supone la excusa perfecta para evitar un encuentro sexual que ni ahora ni antes apetecían.

Desde la sexología médica quiero trasmitirte un mensaje claro: ¡Disfruta de tu sexualidad. En estos tiempos del coronavirus, ¡también puedes disfrutar del sexo!

Porque la sexualidad no es solo penetración, también lo son los susurros al oído, las muestras de afecto a la persona con la que convives y cualquier palabra amable o gesto sensual que la dirijas.

Un masaje hecho con amor es sumamente placentero y también es sexualidad, como lo son las caricias compartidas.

Y, por supuesto, si se desea por ambas partes y resulta posible, también practicar la penetración, pero no exclusivamente eso.

– ¡Ya!, pero debemos de mantener la distancia por el riesgo de contagio. ¡Lo están diciendo los expertos sanitarios a cada momento!” 

Me responde la paciente con gesto de preocupación.

Y es cierto, hay que evitar acercarnos demasiado al otro o a la otra, pero… ¿qué hay de malo en que nos hagamos los masajes o las caricias bien pertrechados de guantes y geles lubricantes?, y hasta con la mascarilla puesta si me apuran.

En cuanto a la penetración, puede ser el momento de adoptar posturas que eviten el cara a cara, a fin de prevenir la transmisión del virus a través de las microgotas procedentes de la nariz o la boca despedidas al toser o exhalar el aire. El coito “a tergo”, más conocido como la postura del perrito, puede ser una buena opción (ver aquí un ejemplo).

Ya hemos publicado en este mismo medio cuales son las situaciones que implican riesgo de infección por coronavirus (ver aquí). En tales circunstancias, o si la pareja ha dado positivo al test diagnóstico para el Covid 19, lo mejor es adoptar normas higiénicas estrictas para no contagiarse (ver aquí), pero incluso así podemos disfrutar del sexo.

Porque el sexo bien entendido, como la caridad, empieza por uno mismo, y la masturbación a muchas personas les resulta muy satisfactoria. Y esta práctica, por cierto, no implica riesgo de infección por coronavirus.