Utilizar cuestionarios científicamente válidos para chequear el estado de salud en determinados aspectos es un asunto importante.
A veces se acude al médico consultando un problema de salud que nos preocupa o nos daña, pero por diversas circunstancias, bien de la persona que consulta bien del profesional, la información recibida por este no es tan apropiada como debería de ser, lo que repercutirá en el tratamiento aplicado pudiendo retrasar o dificultando su superación.
Muchos hombres y mujeres no consultan a los profesionales de la salud, médicos o enfermeros, ciertos temas por vergüenza (lo que es habitual cuando se trata de cuestiones sexuales), por desidia o por no darles la importancia suficiente; pero también el profesional, a veces, durante la entrevista con el paciente no extrae la información suficiente para alcanzar un diagnóstico certero, lo que sucede ya sea por carecer de habilidades de comunicación suficientes, ya sea por fatiga laboral, cada vez más habitual en el ámbito sanitario español.
Los cuestionarios de salud, de los que hablaremos mucho en esta web, franquean estos obstáculos en numerosas cuestiones de salud, siendo útiles tanto para los usuarios de nuestro Sistema Nacional de Salud como para Médicos y Enfermeros.
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