La próstata es una glándula del tamaño de una nuez, situada debajo de la vejiga, cuya función es producir el líquido prostático, que forma parte del semen expulsado por los hombres al eyacular.
La próstata rodea la parte superior de la uretra, ya sabes, el conducto por el cual expulsamos la orina desde la vejiga al exterior, a través del pene. Con el paso de los años la próstata va creciendo, lo que se conoce como hiperplasia benigna de próstata, pudiendo oprimir la uretra y causar dificultades para orinar. Esto es bastante frecuente a partir de los 50 años.
Los síntomas más habituales de que la próstata se está agrandando en exceso son, sobre todo, sentir necesidad urgente de orinar, aunque se haya orinado un poco antes, hacerlo con mucha frecuencia durante el día y levantarse por la noche varias veces, dificultad para empezar a orinar, chorro débil o intermitente, a veces con goteo después de haber acabado y, a menudo, tener la sensación al acabar de orinar de no haber vaciado la vejiga por completo.
El riesgo de sufrir hiperplasia prostática es mayor si hay familiares que la han tenido, si se es diabético, y más entre los que se tratan con insulina. Los hombres obesos también tienen mayor riesgo de padecerla y cuando el estilo de vida que se lleva es poco o nada saludable, y me quiero referir a que la dieta no es buena, no se hace ejercicio físico, se fuma, se abusa del alcohol, del café o de sustancias que todos conocemos.
Importante: 7 de cada 10 hombres afectados de hiperplasia prostática sufren al mismo tiempo disfunción eréctil, lo que les crea muchas dificultades en sus relaciones sexuales, y no pocas veces problemas con su pareja.
También algunos de los medicamentos que los médicos de familia y los urólogos prescribimos para aliviar los problemas prostáticos causan trastornos sexuales, a menudo. Sobre todo alteraciones en la eyaculación y con menos frecuencia en la erección. ¡Lo que les faltaba a los prostáticos!
Sin embargo, aunque la hiperplasia benigna de próstata suele ser la habitual responsable de estos molestos síntomas urinarios, no siempre es la causa. En ocasiones un problema de vejiga, una infección o un tumor también pueden provocarlos.
Mi recomendación es que consultes con un médico cuando notes algunos de los síntomas que te acabo de referir. Si es un experto en sexología…mejor que mejor.
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